
Por Fernando Meraz
Para dar la conclusión de toda la historia teatral desde los griegos hasta Ibsen y Chejov -la historia de los dramaturgos clásicos, barrocos, neoclásicos, romanticistas, burgueses, realistas, naturalistas- con sus respectivos actores, solo es necesario evocar el nombre del teórico moscovita de los siglos XIX y XX: Constantin Stanislavski. Si bien él no fue el primer teórico del teatro (Aristóteles/Poética, Lope de Vega/El arte nuevo de hacer el teatro, Denis Diderot/La paradoja del comediante, Gotthold Ephraim Lessing/Dramaturgia de Hamburgo, Émile Zola/El naturalismo en el teatro y tantos otros ensayos de los dramaturgos romanticistas) Constantin sin duda resumió en sus cinco libros toda la pedagogía del actor y el director -este ultimo reciente en la escena-, en suma llevo lo que conocemos en la historia como Teatro Burgués y Teatro Naturalista a su máxima expresión.
No es mi interés hablar de una biografía del doctor Freud del teatro, de esas sobran -incluida “Mi vida en el arte”, autobiografía del mismo Stanislavski-, mas creo necesario para aquel que no ha investigado lo suficiente aclarar los motivos por los cuales el pedagogo teatral se dedico a la inmensa tarea.
El teatro de Meiningen dirigido por el duque Jorge II (considerado el primer director teatral) hizo hincapié en la animosidad del joven Stanislavski. Como él mismo recuerda: “Sus espectáculos mostraron por primera vez en Moscú una nueva especie de puesta en escena, en la que había fidelidad histórica a la época, escenas de masas, una magnifica forma exterior, una disciplina asombrosa y todo el orden de una grandiosa fiesta del arte” (Mi vida en el arte, p. 130). Su padre lo envolvió en su infancia del teatro y este lo llevo a la profesionalidad unánime al ser nombrado director de la Sociedad de Arte y Literatura de Moscú. Así en el 97 fundo con Danchénko, famoso dramaturgo ruso, el Teatro de Arte de Moscú. En su teatro además de presentar obras clásicas (Shakespeare, Goldoni, Moliere), presento también obras de un teatro en aquella época considerado vanguardista: Gogol, Hauptmann, Maeterlinck, Turgénev, Tolstoi, Ibsen, Gorki y su inseparable Chejov. En la actualidad a estos dramaturgos y sus obras se les clasifica como naturalistas.
El naturalismo nació de una Europa ideológica siendo la expresión exagerada del realismo (visto en las obras tesis de Ibsen y las comedias de Oscar Wilde), el decadente romanticismo de los alemanes y rusos no fue tomado en cuenta, combatido por toda clase de armas, el naturalismo fue llevado a su máxima expresión suicida por el escritor Émile Zola. Pronto la forma de ver el ambiente mediante esta nueva vanguardia artística llego a los confines de Europa y América en los cuales duro mas de un siglo en desaparecer como tal. El realismo y naturalismo buscaban la realidad sin volcarse en la fantasía, la verdad psicológica del actor y la fidelidad del autor y del director a las razones lógicas de la obra. Stanislavski, como hombre de su época, tomo esta corriente artística y le dio sus dogmas necesarios, tal como hizo Freud con el psicoanálisis de esos años.
Tanto sus libros como su vida ha sido ampliamente estudiada y admirada por los actuales teóricos, directores y actores de teatro. La mayoría de sus alumnos fundaron diferentes escuelas que proyectaban su método -El mayor ejemplo de esto es el Actors Studio de Nueva York, dirigido por Lee Strasberg, quien modifico un poco el método Stanislavski y llego a colocarle su propio nombre- y lo enseñaron a las nuevas generaciones de actores y directores, tanto de teatro como de cine. No, sin duda falta mucho para que termine la noble herencia de Stanislavski (Aristóteles duro más de mil ochocientos años para ser repudiado totalmente), pero ya ha habido diferentes movimientos en contra de su método. Meyerhold, por nombrar a uno, su alumno favorito, realizo su propia técnica, la cual distaba mucho de la de su maestro.
El teatro de vanguardia no es nada nuevo, se ubica entre el simbolismo y el expresionismo (1910-1940), y este ha sido ya superado por el teatro dialéctico (de Brecht), el teatro experimental (de Grotowski y Kantor), el teatro del absurdo (de Ionesco y Beckett), el existencialista (Jean Paul-Sartre y Camus) y todos los movimientos después de los sesenta (Eugenio Barba, Augusto Boal, etc.). Y aun seguimos estudiando el naturalismo psicológico de Stanislavski.
En México este método llego a finales de los cincuenta del siglo pasado, de la mano de un grupo de dramaturgos y escritores liderados por Héctor Mendoza y Juan José Gurrola en Poesía en Voz Alta. Desde estos años hasta la actualidad, las academias de México para actores y directores han propuesto este método como base central de la pedagogía teatral, la importancia se la damos al actor por su trabajo psicológico -de los cuales no abundan como debería- y el dramaturgo y escritor, por mas simbolistas que pretendan ser, o vanguardistas, o absurdos, siempre están a la merced de la critica convencional hacia una sociedad inmersa en la ignorancia masiva.
Una vez escuche que Freud era el padre del psicoanálisis y de la psicología moderna, por lo tanto muy pocos métodos consecutivos distaban mucho de los suyos. Lo mismo pasa con el teatro actual, que si bien no es musical o melodrama, sigue las normas de un estilo bastante acabado por otras corrientes modernas. Stanislavski, al igual que Freud, fue un teórico de su tiempo. De su tiempo. Espero pronto llegue el siguiente de Nuestro tiempo.
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